lunes, 28 de mayo de 2012

CAMPEONES, CAMPEONES, OE, OE, OE


Señoras, señores, pertimidme el gusto de presentarles al campeón de liga de la temporada 2011/2012: ¡EL REAL MADRID!

Hace apenas unas semanas el Real Madrid se proclamó campeón de liga en su propio estadio cumpliendo los objetivos de llenar la grada de camisetas blancas y de que el juego no defraudase a la afición dando un buen festival de goles. Y así fue. 

El Real Madrid ya tenía la liga en el bote matemáticamente impidiendo que su eterno rival y segundo clasificado, el Barcelona, pudiese dar alcance a los de José Mourinho. Pero antes de convertir el ambiente del Santiago Bernabeu en una fiesta, todavía faltaba una cuenta pendiente: había que vencer al Mallorca, y los madridistas culminaron la temporada venciendo 4-1 al propiamente dicho en la última jornada y celebrando el título liguero convirtiendo el Bernabeu en un festival.

Pero hubo un reto que los blancos no pudieron lograr: se trataba de la lucha por el pichichi entre Cristiano Ronaldo y Leo Messi. El Barcelona terminó su temporada antes de hacerlo el Real Madrid, y el jugador argentino terminó la temporada con 50 goles. Antes de que el Real Madrid empezase su partido, Cristiano sabía lo que se jugaba, y que necesitaba meter cinco goles para por lo menos empatar con el delantero culé y compartir la bota de oro con él. Pero a CR7 no le salieron las cosas como le hubiesen gustado, ya que en el partido solo consiguió meter un gol y se le notaba la presión que tenía encima de saber que Messi estaba muy lejos de él, tanto que todos sus tiros a puerta eran muy precipitados y se marchaban arriba o era fácil de parar para el portero contrario.

Aún así, Cristiano terminó el partido con una enorme sonrisa en su cara al saber que se habían proclamado campeones de liga y que la fiesta del Bernabeu iba a empezar en solo unos momentos después. Los aficionados respondieron a la perfección en la fiesta, porque sabían el esfuerzo realizado por los jugadores a lo largo de la temporada y que ahora podían disfrutar de un merecido título. ¡MUCHAS GRACIAS Y ENHORABUENA CAMPEONES!